CALIFORNIA – La creciente crisis de tráfico humano en la frontera México-California ha encendido las alarmas de las autoridades. Este delito millonario, que afecta principalmente a migrantes y refugiados, ha llevado a que autoridades tanto de California y México, junto con organizaciones gubernamentales, se reúnan en Chula Vista para reforzar esfuerzos conjuntos.
En el condado de San Diego, el tráfico con fines de explotación sexual genera $810 millones al año, con víctimas rescatadas que en promedio tienen 16 años, aunque se han encontrado casos de niños de apenas 12 años.
Durante la reciente Comic-Con en San Diego, un operativo encubierto resultó en la detención de 14 personas y el rescate de 10 víctimas, subrayando la magnitud del problema.
Roxana Kennedy, jefa de la policía de Chula Vista, alertó sobre la vulnerabilidad de los migrantes y refugiados, quienes son el blanco principal de los traficantes. Además, la cónsul de México en San Diego, Alicia Kerber Palma, instó a la cooperación pública en la lucha contra este delito “si ves algo, di algo”.
La reunión binacional, organizada por la Red Internacional de Corazones, sirvió como plataforma para capacitar a las organizaciones en la identificación de señales de víctimas de tráfico y explotación.
A pesar de los esfuerzos, el desafío es enorme; Las sofisticadas redes de tráfico, la alta movilidad en la frontera y el miedo de las víctimas a denunciar dificultan la lucha contra este grave problema.
Las autoridades planean intensificar las medidas de seguridad fronteriza y mejorar el apoyo a las víctimas, pero se requiere una colaboración más estrecha entre ambos países para enfrentar esta crisis de manera efectiva.