NEW YORK – El reconocido magnate del hip hop, Sean “Diddy” Combs, ha sido acusado nuevamente de agresión sexual, esta vez por una exmodelo que afirma que el incidente ocurrió en su estudio de grabación en Nueva York en 2003. Esta acusación se suma a una serie de señalamientos que han surgido en los últimos tiempos contra Combs.
Crystal McKinney, quien se identificó como una modelo exitosa de 22 años en el momento del presunto incidente, conoció a Combs en un restaurante durante la Semana de la Moda Masculina en Manhattan. Según la demanda presentada en un tribunal federal de Nueva York, Combs la invitó a su estudio de grabación la misma noche.
La demanda describe que al llegar al estudio, McKinney encontró a Combs consumiendo alcohol y marihuana junto a otros hombres. Ella también consumió marihuana, la cual, según afirma en la demanda, estaba mezclada con una sustancia narcótica o intoxicante. McKinney relató que comenzó a sentirse como si estuviera flotando. Fue en ese momento que Combs la llevó al baño, donde supuestamente ocurrió la agresión sexual.
Después de la agresión, Combs la llevó de regreso al estudio, donde McKinney perdió el conocimiento. Al despertarse en un taxi, se dio cuenta de que había sido agredida sexualmente. Hasta el momento, los representantes de Combs no han respondido a las solicitudes de comentarios sobre esta acusación.
Esta nueva demanda se presenta solo días después de que CNN divulgara un video de seguridad que muestra a Combs atacando a la cantante Cassie en el pasillo de un hotel de Los Ángeles en 2016. En un video publicado el lunes, Combs admitió haber atacado a Cassie, expresando su arrepentimiento y calificando sus acciones como “inexcusables“.
A pesar del video, Combs no enfrenta cargos penales por la golpiza a Cassie debido al estatuto de limitaciones. El video de seguridad muestra el ataque, pero la fiscalía de Los Ángeles declaró que no puede procesar al magnate.
Cassie presentó una demanda en noviembre alegando golpizas y abusos, la cual fue resuelta al día siguiente de ser presentada. Sin embargo, este caso provocó un intenso escrutinio sobre Combs, resultando en varias demandas adicionales y una investigación federal de tráfico sexual. Esta investigación llevó a las autoridades a allanar sus mansiones en Los Ángeles y Miami.
La demanda de McKinney fue presentada bajo una ley de la ciudad de Nueva York que permite a los acusadores presentar litigios civiles dentro de un período limitado, incluso si los eventos ocurrieron hace mucho tiempo. Esta legislación ha permitido que casos antiguos sean revisados y llevados a juicio, proporcionando a las víctimas una nueva oportunidad de buscar justicia.
Las nuevas acusaciones contra Sean “Diddy” Combs resaltan un patrón preocupante de comportamiento y abuso de poder. A medida que más víctimas se sienten empoderadas para presentar sus casos, la industria del entretenimiento enfrenta un llamado urgente a la responsabilidad y la transparencia.
Las próximas semanas serán cruciales para determinar el curso de estas demandas y el impacto duradero en la carrera de Combs.