VENTURA, California — En una importante decisión legal, un hombre de California, Donavin Dwayne Bradford, de 32 años, fue condenado a cadena perpetua por tráfico sexual el jueves 21 de diciembre, por “reclutar y seducir” adolescentes, actuando como su proxeneta y sometiéndolas a labores sexuales, según anunció el Departamento de Justicia.
El juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, John A. Kronstadt, condenó las acciones de Bradford como “inexcusables” y “horrorosas”. Además, el juez ordenó a Bradford pagar más de $67,000 como restitución por tráfico sexual, según un comunicado de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos, Distrito Central de California.
Bradford, junto con su cómplice Layla Kalani Valdivia, de 24 años, de Ventura, California, ha estado bajo custodia federal desde agosto del año pasado. Valdivia se declaró culpable de conspiración para cometer tráfico sexual de una menor en diciembre. Ambos fueron detenidos como parte de la operación “Cross Country” del FBI, que tenía como objetivo combatir el tráfico sexual y condujo al rescate de 200 personas traficadas en todo el país.
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Tras un juicio de cinco días, un jurado declaró a Bradford culpable de múltiples cargos, incluyendo tres cargos de tráfico sexual de menores de edad, tráfico sexual mediante amenazas de fuerza, fraude o coerción, explotación sexual de un menor, producción de imágenes sexualmente explícitas, conspiración para cometer tráfico sexual con un menor y posesión de pornografía infantil.
Los fiscales revelaron que Bradford utilizaba tácticas de intimidación, haciendo referencia a su membresía en pandillas, violencia física y destrucción de propiedad personal para controlar a sus víctimas. Filmaba los actos sexuales con las chicas, les quitaba su dinero, incluida la ayuda financiera escolar, y mantenía su control a través del miedo.
Las víctimas, de entre 15 y 17 años, fueron sometidas a tráfico sexual entre el verano de 2021 y febrero de 2022. Bradford y Valdivia conspiraron para traficar a una niña de 15 años, esperando que ella ganara $1,000 por noche a cambio de ropa y refugio. Además, anunciaban a las menores en varios sitios web, dirigiendo a los clientes a hoteles y moteles para actos de comercio sexual.
Los clientes pagaban directamente a Bradford por encuentros con las chicas, agrediendo a la víctima de 15 años cuando ésta intentó escapar. La investigación reveló un perturbador patrón de abuso, violencia y explotación de parte de Bradford y Valdivia.