Complicidad por Tráfico Sexual en Hotel de California

SAN DIEGO, CALIFORNIA — Marriott Internacional y un franquiciado local en California deben enfrentar acusaciones de complicidad en tráfico sexual y trata de personas debido a que, según un juez federal, ninguna de las partes hizo lo suficiente para intervenir y ayudar a una mujer que mostraba signos evidentes de ser víctima de trata.

En una demanda presentada en agosto del 2023 pasado en un tribunal federal de California, una mujer anónima alegó que sus traficantes la trasladaban entre varios hoteles en Sacramento y el Área de la Bahía. La denuncia incluye a varias compañías hoteleras, entre ellas Marriott y un franquiciado, por supuestas violaciones a la Ley de Reautorización de Protección de Víctimas de Trata.

La víctima informó que sus traficantes preferían hoteles donde podían pagar en efectivo o con tarjetas prepagadas y conocían al personal. En su demanda también se menciona a otras compañías hoteleras, incluyendo Wyndham Hotels and Resorts.

Según la víctima, había signos obvios de trata de personas que deberían haber alertado al personal del hotel. Detalló que hombres que no eran huéspedes entraban y salían a horas extrañas, mientras que ella a menudo se encontraba desvestida, desnutrida, privada de sueño y con moretones visibles.

Además, la mujer aseguró que su traficante le gritaba y la agredía físicamente en áreas públicas del hotel. También mencionó que el personal era consciente de estas señales de alerta, incluyendo la evidencia de uso ilegal de drogas, pero no reportaron la actividad sospechosa a la policía.

En una orden emitida el jueves 20 de junio, el juez del distrito estadounidense Dale A. Drozd, nombrado por Obama, desestimó las demandas contra Wyndham Hotels and Resorts y su franquiciado, argumentando que la víctima no había demostrado que el personal del hotel supiera o debería haber sabido sobre la trata de personas, ya que solo se hospedó una noche en un hotel Wyndham.

Drozd también concedió una moción de Marriott para desestimar algunas de las demandas, como la acusación de que la compañía tenía una relación comercial establecida para alquilar habitaciones a los traficantes. 

Sin embargo, permitió que otras demandas contra Marriott y un franquiciado continuaran, argumentando que los hoteles como Marriott podrían ser responsables por no tomar medidas cuando había señales de que una huésped estaba siendo traficada.

Los hechos del caso sugieren que el personal de Marriott sabía que la víctima estaba siendo traficada y sometida al uso de la fuerza, pero continuaron haciendo negocios con ella y sus traficantes, creando así una relación comercial continua. 

A diferencia de otras cadenas hoteleras mencionadas en el caso, donde la víctima se quedó solo una noche, permaneció en un Courtyard by Marriott franquiciado en Campbell, California, durante tres noches.

Marriott argumentó que solo tenía una “relación franquiciador-franquiciado” con el hotel de Campbell, pero Drozd no aceptó este argumento. Negándose a liberar a la empresa matriz, el juez señaló que Marriott ejerce un control extenso sobre los procedimientos de seguridad y los requisitos de pago en sus franquicias, junto con políticas destinadas a responder a incidentes de posible trata de personas.

La víctima Jane Doe está pidiendo un juicio con jurado y daños. Los representantes de la víctima y de Marriott no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.

Este caso destaca la responsabilidad que tienen las cadenas hoteleras en la lucha contra la trata de personas. Es imperativo que el personal esté adecuadamente capacitado para identificar y actuar ante signos de tráfico sexual y trata, garantizando así la seguridad y protección de todos los huéspedes.

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